Silvia Gómez: La Fuerza Detrás de Desayunos con Encanto, una Historia de Superación y Compromiso
De la Adversidad al Emprendimiento con Alma
En el mundo empresarial, a menudo hablamos de estrategias, números y mercados. Pero detrás de cada negocio exitoso, siempre hay una historia, una visión y, sobre todo, una persona. En el caso de Desayunos con Encanto Catering, esa persona es Silvia Gómez Gómez, una mujer cuya trayectoria es un verdadero testimonio de resiliencia, adaptación y un espíritu emprendedor inquebrantable.
Hace 14 años, después de una experiencia personal profundamente traumática, Silvia decidió que era el momento de reescribir su propio destino. Con una valentía admirable, se lanzó al mundo del emprendimiento, creando una tienda online de desayunos a domicilio. En una época en la que el comercio electrónico aún generaba desconfianza, esta decisión era arriesgada, pero Silvia creyó en su visión y consiguió el impulso inicial gracias a la financiación de la Fundación Tripartita.
Los Primeros Pasos: De la Tienda Online al Catering Local
Los inicios de Desayunos con Encanto fueron una aventura. Para ofrecer un producto de calidad, Silvia estableció colaboraciones con plataformas que promocionaban negocios locales mediante cupones de descuento. Necesitaba un obrador que le proveyera de los ingredientes frescos y la decoración para sus cestas. Pronto, el negocio no se limitó solo a los desayunos a domicilio, sino que comenzó a expandirse, ofreciendo servicios de catering para cumpleaños infantiles, pequeñas celebraciones particulares y eventos de empresa que buscaban opciones de desayuno y merienda prácticas y deliciosas.
Tres años después de aquel audaz lanzamiento virtual, Desayunos con Encanto ya contaba con un amplio surtido de cestas temáticas que sorprendían en todo tipo de celebraciones: cumpleaños, aniversarios, nacimientos, y más. El servicio de catering también había crecido, ofreciendo lotes cerrados de dulces y salados para un número específico de personas.
La Consolidación: Un Obrador Propio y Crecimiento Constante
Silvia, siempre atenta a las necesidades de sus clientes, se dio cuenta de que muchos valoraban la posibilidad de ver el producto físicamente antes de comprar. Esto la llevó a dar el siguiente gran paso: establecer un punto de recogida propio. Pero la visión iba más allá. Silvia quería tener su propio obrador. Esto no solo le permitiría reducir costes y ser más competitiva, sino que le daría un control total sobre la calidad y el proceso de producción.
Fue así como Desayunos con Encanto se consolidó, logrando un magnífico posicionamiento en el mercado. La venta por internet mantenía un flujo constante de tráfico, atraída por un producto de calidad a buen precio que rápidamente fidelizaba a su base de datos de clientes. Aquella pequeña tienda virtual ya no era suficiente. El espacio para la fabricación y el montaje de los productos se quedaba pequeño, y Silvia, una vez más, se enfrentó al desafío de una nueva inversión.
Hace ocho años, un nuevo y ambicioso proyecto vio la luz: un obrador mucho más grande, diseñado con la capacidad logística necesaria para satisfacer una demanda creciente.
Superando Tormentas y Fortaleciendo el Compromiso Social
La trayectoria de Silvia y Desayunos con Encanto no ha estado exenta de obstáculos. Han navegado por la incertidumbre de una pandemia global, la adversidad de una Filomena, y los vaivenes de diversas crisis económicas. Sin embargo, en cada desafío, Silvia ha demostrado una extraordinaria capacidad para adaptarse, innovar y, sobre todo, sobrevivir.
Lo más notable es que, a lo largo de este camino, Silvia no ha olvidado sus raíces ni el valor de la ayuda mutua. Su propia experiencia personal la ha impulsado a un profundo compromiso social, que se refleja en cada fibra de Desayunos con Encanto Catering.
La empresa destina ayuda a casas de acogida en Fuenlabrada para víctimas de violencia de género y personas en riesgo de exclusión social (a través de la Casa de la mujer, MPDL, Cruz Roja y la ONG Pampuri), así como a la Casa de Acogida Ronald McDonald para familiares de niños enfermos. Este apoyo directo brinda un rayo de esperanza a quienes más lo necesitan.
Además, su compromiso con la comunidad se extiende a la donación de todos los alimentos no consumidos al comedor social La Casita de Fuenlabrada, con quien ha logrado un acuerdo de "desperdicio cero". Esta iniciativa asegura que ningún alimento se tire, transformando los excedentes en comidas para quienes las necesitan.
Hoy, con 30 empleados contratados directa o indirectamente, Silvia Gómez Gómez puede mirar atrás con orgullo y afirmar que ha construido una empresa solvente y consolidada, un ejemplo de cómo la pasión y la determinación pueden transformar vidas, tanto la propia como la de la comunidad a la que sirve.